Susurrame

Hubo un instante, tan remoto, tan inexplicable, en que quizas podria haber salvado lo insalvable.

En medio de la noche, solo, como unica compañera la frialdad de aquel cuarto, se preguntaba por que no lo hizo, se lo preguntaba tanto que ya no entendia su vida.Perdio lo que mas queria y no lo supo hasta que ella salio por la puerta de camino a otros brazos, a otro cuerpo que seguramente estaba mas que dispuesto a calentarla y llenarla de ternura.

Odiaba a aquel tipo, pero se odiaba mas a si mismo, pues hasta que no perdio lo que tenia, no comprendio lo mucho que lo amaba.

Una lagrima se deslizo por su aspera mejilla que estaba cubierta por esa barba de dos dias, ya no tenia ganas de nada, caminaba por la calle cada dia movido por hilos invisibles. Se despertaba cada mañana esperando que todo hubiese sido una maldita pesadilla, pero al ver la cama vacia, entendia cual era la realidad y entonces solo deseaba dormir de nuevo y soñar con ella.

Contemplaba la calle desde su ventana y lo que le habia provocado interes antaño ahora solo era vacio, el cigarrillo que reposaba en sus labios, se consumia con lentitud sin causarle la familiaridad de siempre.
"Susurrame" Le decia ella con esa voz suave que ponia intencionadamente. Y cuando el la amo como a nadie y le dio toda su pasion y entrega, le susurraba palabras provocadoras, cariñosas, tiernas, calientes...

Entonces ella sonreia con su hermosa boca y el se sentia el hombre mas afortunado del mundo, los besos nunca tenian fin, las caricias, las noches en vela amandose, incluso las discusiones eran con pasion y terminaban en abrazos calidos.Imagino su pelo, ondulado, largo, castaño claro casi con mechones rubios... entonces ni se fijaba que tenia una melena tan bonita, por aquel entonces no comprendia muchas cosas.

Recordo cuando toqueteaba su pelo, que ella solia llevar suelo con aire revuelto, a veces le agarraba del pelo con gracia para acercar sus bocas, o apartaba su pelo para juguetear con su cuello y entonces oia como suspiraba.

Cada mañana ella le despertaba con los labios en su oido murmurando esas dos palabras que todos esperamos oir de la persona amada, entonces el no lo apreciaba tanto, ahora mataria por ello.

Entre aquellos pensamientos bellos de los que se alimentaba cada dia, llego otro recuerdo mas doloroso. La mirada de ella cargada de lagrimas, pequeñas gotitas que resbalaban por sus mejillas, su rostro de niña pequeña lleno de tristeza, el dia que se separo de el.Bien pensado aquello no vino de sorpresa, era algo que ya estaba previsto, pero el no lo vio hasta que se le vino encima. Ahora todo encajaba, su ligera indiferencia, la intencion de ella por arreglarlo, las palabras llenas de dolor, discusiones que ya no finalizaban en abrazos, sexo que dejaba con ganas de algo mas, besos cada vez mas escasos y la mirada, el brillo en la mirada, lo que un dia los unio se habia roto. Ella dejo de decirle cada mañana lo mucho que lo queria y el dejo de susurrar palabras secretas, convivian juntos pero no habia magia.

No supo por que cambio, el sabia lo mucho que la queria pero dejo de importarle expresarlo, habia estabilidad, comodidad y no hay nada peor como acomodarse a eso, la vida es seguir poniendole pasion a cada locura, luchando por lo que nos pide el corazon.

Habia noches, que mientras que los dos miraban la televeision, ella se acercaba suavemente hacia el, se recostaba junto a su pecho y se impregnaba de su olor, le daba un beso en el cuello mientras que aspiraba su aroma y suspiraba, mientras que el se limitaba a darle un beso en la cabeza porque no le salia nada mas. No entendio lo que el significaba para ella y ella perdio las ganas de intentar que lo comprendiese.

Se centro en salir, en estar mas con los amigos y aparentar que todo estaba bien, cada una de sus mentiras hacia si mismo le llevo aquedarse solo.
Un dia no muy diferente a cualquier otro, llego a casa del trabajo y se encontro las maletas en la puerta, al principio se enfado, despues sintio terror cuando vio que eran las cosas de ella.Le esperaba en la cocina apoyada en la encimera con un pañuelo entre las manos, sus ojos estaban rojos por el llanto y su melena se alborotaba mientras ella se sonaba la nariz.

-Ya no aguanto mas- le dijo entre lagrimas.

El se enfado y le dijo que como era capaz de tirar por la borda aquellos años juntos, se sentia como un crio y solo era capaz de actuar como si tuviera una rabieta.

-No importan los años, lo que importa es lo que pase, y yo hace muchos meses que no veo nada, lo he intentado y no siento que me vaya sin haber luchado, pero es que no has querido verlo, no tiene sentido que sigamos juntos...- su voz se apagaba lentamente.

-No me vengas con eso. Conociste a otro ¿verdad?- le dijo como el idiota que se sintio al soltar semejante frase.

Y en ese momento ella le miro de una forma como hasta entonces no lo habia mirado, tiro el pañuelo y dio un puntapie en el suelo con rabia.

-No tienes ningun derecho a decirme algo asi- le escupio con dolor.- ¿Como te atreves? Esta relacion no se ha roto por que haya aparecido otro hombre, es mas no he tenido nada con el, pero si me habrio los ojos para ver la mentira que estaba viviendo, crei que te querria toda mi vida, que serias la unica persona para mi, pero me dejaste sola, me abandonaste y entonces... aparecio el y me demostro que el amor sigue existiendo y que acomodarnos a una situacion no es la solucion.

En ese momento todo su orgullo se rompio.
-¿Ya no me quieres?- pregunto con miedo, sabiendo que la perdida seria mortal.
Ella salio de la cocina y se puso la chaqueta, junto a la puerta se giro y lo miro con añoranza.

-Claro que te quiero, te quiero muchisimo, pero eso no es suficiente, a veces el amor no es suficiente.- y diciendo eso se fue.
Y el se quedo sentado durante horas mirando aquella puerta como si ella fuese a volver, mas adelante miro a ver si ella habia dejado algo para volver por ello pero supo que se habia ido, que habian terminado y que ese piso sin ella no seria lo mismo pero sobretodo el ya no seri el mismo.

*El tiempo paso, llego un verano caluroso, sofocante y vacio. Despues del verano llego el otoño y con el las calles se llenaron de hojas y todo se envolvio en esos colores pardos.

No hubo llamadas, solo llanto y el intento de seguir adelante. Mil noches quiso llamar y suplicar una oportunidad, pero recapacito y penso que merecia ser feliz, que quizas ese hombre le daria la felicidad que el no le dio, no queria vovler a caer en la persona que se convirtio.

Volvio a cuidarse, a leer y disfrutar de una buena pelicula, la vida siguio pero en ocasiones a la vuelta de una esquina pensaba que la veria, o en las noches tranquilas que caminaba por la calle le venia el aroma de ella y todos sus sentidos añoraban a esa mujer, y el olor le torturaba.

Era cuioso como no buscaba a otra mujer y no tenia la necesidad, se conformaba con placeres mas sencillos. Revivia recuerdos y entonces se le escapaba una sonrisa y se sentia con fuerzas para seguir sintiendose bien.
Una tarde de regreso a su casa, la vio en la calle, se encontraron de frente y al verla el esbozo una sonrisa. Se pararon en medio de la calle y se saludaron, ella sonriso timidamente.Comenzo una conversacion amena que les termino llevando a una cafeteria del barrio donde se converso de todo un poco y termino llegandose a temas mas personales.

-¿Que tal todo con tu pareja?- le pregunto el sin rencor.

Ella le miro como si volviese a ser la persona que fue.

-No estoy con el-dijo simplemente.

-Lo siento.

-No hay nada que sentir- comento ella con tranquilidad- Simplemente no estaba preparada y creo que tampoco quise.

-No te termino de entender- dijo el con la soltura que tenian antaño.

-Que no estaba preparada para amar a otra persona y creo que tampoco deseaba amarle.

El pulso del hombre se disparo, tuvo un rayito de esperanza y se sintio estupido por ello. Que el la siguiera queriendo no queria decir que ella...
Entonces ella le pregunto por su vida sentimental y el le dijo que no habia nadie nuevo. Se armo de valor y le dijo:-Sigo queriendote a ti y no hay dia que no me arrepienta de lo tonto que fui.

Ella le miro con miedo, miedo a lo que sentia, miedo a quererle y sufrir de nuevo. En un impulso se levanto y salio de la cafeteria. El dejo un billete en la mesa y salio corriendo detras, cuando la alcanzo agarron con suavidaad su brazo y la giro para mirarla.Su pelo estaba alborotado y su mirada cargada de emociones.

-No me hagas esto- le dijo en tono suplicante- No quiero volver a sufrir...-Tu y yo sabemos que la vida esta llena de dolor, sin lo malo no valorariamos lo bueno, llamame egoista pero quiero otra oportunidad y si no te doy lo que te mereces, sere yo el que se vaya de tu vida.

La seguridad de sus palabras, de su voz, de su presencia, eran totalmente diferentes. Mirandole a los ojos vio el dolor que sufrio y tambien vio el amor, ese amor que los unio y en el fondo no les habia abandonado.Ella se abrazo a el, causandole un suspiro de felicidad, ¿Como era posible que en ocasiones la vida fuera tan maravillosa?

Se besaron muy despacio, suavemente, reconociendose de nuevo, saboreando el momento. Curioso que es el destino pensaron a la vez.

Entonces ella le miro con la confianza de siempre, acercando sus labios al oido de el... "Susurrame" le dijo suavemente.La felicidad no se busca, se encuentra. El amor es mas de lo mismo.

-Te quiero- susurro en su cuello, despertando los sentimientos mas ocultos que les rodeaban.